Se trata de puente romano de un solo arco de medio punto, en fase de restauración; hasta hace escaso tiempo estuvo parcialmente enterrado por los aluviones depositados por el arroyo El Chorro. Sobre él discurría la vía que unía Ategua con Spalis (Monturque). El profesor Melchor Gil, en un estudio sobre la red viaria romana en la Campiña cordobesa, nos ofrece los siguientes datos: su luz es de 3 m y la anchura de dicha vía es de 5 m. Sus dovelas son de piedra caliza y miden 60 cm de altura por 50 cm de anchura.

Fortificación ibérica en el cerro de “La Pontanilla”

Partiendo de la Pontanilla, y coronando el cerro del mismo nombre – cerro de “La Pontanilla” – , a la izquierda del camino, aún se conservan restos de una antigua fortificación ibérica – una torre annibálica, – que nos remite a la época prerromana de esta población. Se trata, según apunta José Antonio Morena, de quien recogemos literalmente su descripción y comentarios, de una torre de planta rectangular, cuyo muro norte es el más completo con una sola hilada de bloques en altura. Se puede apreciar que en el sector central del muro algunos bloques están desplazados de su lugar originario, al igual que en el extremo oeste, aunque faltan algunos bloques en el extremo sur (aquí da la impresión de que posee doble línea de muralla). Los muros sur y este son los más deteriorados aunque su trazado se puede seguir con claridad. En cualquier caso, los restos mejor conservados están en la esquina noreste con dos hiladas de bloques y en la esquina noroeste.

Desde este enclave, la visibilidad es muy amplia. Hacia el este tiene relación directa con Espejo, hacia el sur pueden verse las localidades de Montilla y Montemayor y al oeste Bujalance.

Es muy probable que la torre del Cerro de la Pontanilla jugase un papel destacado en la contienda militar que enfrentó a cesarianos y pompeyanos a mediados del siglo I a.C. Precisamente por el lugar que ocupa este recinto pasaba la vía que comunicaba el oppidum de Ategua con Spalis (quizás Monturque) pasando lógicamente por Ucubi, vía que discurría por el actual camino del cortijo de Montefrío. Aunque no quedan restos de la calzada propiamente dicha, se conservan dos obras de fábrica, concretamente dos puentes, uno sobre el Guadajoz y otro, ya citado, el de la Pontanilla, entre el cerro homónimo y Espejo. Por esta vía debieron moverse los ejércitos de César y Gneo Pompeyo en su marcha desde Ategua y Ucubi a Ventippo.